Fue la escuela dominante de antropología en Gran Bretaña durante gran parte del siglo XX y tiene desde hace mucho tiempo vínculos filosóficos y metodológicos con la sociología, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos. Se caracteriza por:
Enfocan la etnografía como si fuera un ejercicio puramente empírico. Se considera que la creencias y los comportamientos de las personas son hechos sociales reales, son "datos" que deben ser recogidos con un mínimo de interpretación por investigadores objetivos. Aunque prefieren trabajar con datos cualitativos, defienden la naturaleza científica de la etnografía, porque su recogida de datos está al servicio de una concepción del orden en la vida social, la preeminencia de los hechos sobre la interpretación y por la noción de que todo acontecimiento tiene una función dentro de un sistema coherente.
Debido a que el parentesco se ve como la clave para la organización social, tienen particular apego al uso de los métodos genealógicos para reconstruir e iluminar todos los aspectos de una sociedad. Tienden también a utilizar el método del inventario de entrevista, según el cual un investigador plantea verbalmente las preguntas y recoge las respuestas. En condiciones ideales, todas las entrevistas se hacen en la lengua autóctona, aunque esta condición se debe realizar en ocasiones con traductores pagados.
La investigación etnográfica en esta tradición depende mucho de las interacciones personales de los investigadores y sus "sujetos". Hacen hincapié en la validez por encima de la "fiabilidad" (siendo esta última un criterio del método científico que resalta la replicabilidad de los experimentos)
- La analogía orgánica, lo que significa que la sociedad se concibe como análoga a un organismo biológico con estructuras y con funciones paralelas a las de los sistemas orgánicos físicos. Cada institución social, como cada sistema orgánico, tiene un papel particular que debe desempeñar de acuerdo con la sociedad entera/organismo vivo, pero ninguna puede operar óptimamente a menos que esté adecuadamente conectada con todas las demás.
- Una orientación a la ciencia natural, lo que quiere decir que la sociedad debe estudiarse de manera empírica para descubrir mejor sus patrones subyacentes y su orden global.
- Un campo conceptual limitado, lo que significa que los estructural-funcionalistas prefieren centrarse en la sociedad y sus subsistemas (por ejemplo, la familia, la economía, las instituciones políticas, las creencias); los partidarios de esta escuela han prestado comparativamente poca atención al arte, al lenguaje, la desarollo de la personalidad, a la tecnología y al entorno natural.
- Un sentido de universalidad, las instituciones sociales y sus funciones respectivas encuentran equivalencias en todas las sociedades.
- Los estudios de parentesco son considerados como lo que mantiene a las sociedades unidas; en las sociedades modernas, otras instituciones asumen roles equivalentes a la familia tradicional, pero presumiblemente lo hacen siempre a partir del modelo de la familia.
- Una tendencia hacia el equilibrio, lo que caracteriza a las sociedades es la armonía y la coherencia interna: las perturbaciones o anomalías se corrigen en último término por mecanismos existentes dentro de la propia sociedad.
Desde el punto de vista del método, son acérrimos defensores del trabajo de campo basado en la observación participante que, idealmente al menos, es un compromiso a largo plazo. Un énfasis importante es la vinculación de las reglas de comportamiento (normas) con el comportamiento mismo: no se pone el acento en las disparidades entre lo que las personas dicen que deberían hacer y lo que de hecho hacen. Este supuesto funciona mejor en sociedades pequeñas (relativamente homogéneas).
Enfocan la etnografía como si fuera un ejercicio puramente empírico. Se considera que la creencias y los comportamientos de las personas son hechos sociales reales, son "datos" que deben ser recogidos con un mínimo de interpretación por investigadores objetivos. Aunque prefieren trabajar con datos cualitativos, defienden la naturaleza científica de la etnografía, porque su recogida de datos está al servicio de una concepción del orden en la vida social, la preeminencia de los hechos sobre la interpretación y por la noción de que todo acontecimiento tiene una función dentro de un sistema coherente.
Debido a que el parentesco se ve como la clave para la organización social, tienen particular apego al uso de los métodos genealógicos para reconstruir e iluminar todos los aspectos de una sociedad. Tienden también a utilizar el método del inventario de entrevista, según el cual un investigador plantea verbalmente las preguntas y recoge las respuestas. En condiciones ideales, todas las entrevistas se hacen en la lengua autóctona, aunque esta condición se debe realizar en ocasiones con traductores pagados.
La investigación etnográfica en esta tradición depende mucho de las interacciones personales de los investigadores y sus "sujetos". Hacen hincapié en la validez por encima de la "fiabilidad" (siendo esta última un criterio del método científico que resalta la replicabilidad de los experimentos)
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